Técnicas de fotografía para principiantes

La fotografía es una de las formas más accesibles de arte. Hoy en día, casi todos tenemos una cámara en el bolsillo gracias a nuestros teléfonos móviles, pero obtener una buena foto no depende solo del equipo, sino de cómo lo usas. No necesitas una cámara costosa o ser un fotógrafo profesional para tomar fotos increíbles; con unos cuantos trucos y técnicas de fotografía para principiantes, puedes mejorar tus imágenes drásticamente.

Técnicas de fotografía para principiantes

Si eres nuevo en el mundo de la fotografía, este artículo te dará las herramientas necesarias para aprovechar al máximo tu cámara, sea la de tu teléfono o una réflex digital (DSLR). Vamos a explorar algunos consejos y técnicas esenciales para que puedas empezar a capturar imágenes de calidad de manera sencilla.

Aprende a usar la regla de los tercios
Uno de los primeros conceptos que todo fotógrafo principiante debe entender es la regla de los tercios. Este principio básico de composición te ayudará a crear fotos más equilibradas y visualmente atractivas.

La regla de los tercios consiste en dividir la imagen en nueve partes iguales trazando dos líneas imaginarias verticales y dos horizontales. Los puntos donde estas líneas se cruzan son áreas clave donde debes colocar los elementos más importantes de tu foto.

Para usarla, es más sencillo que actives la cuadrícula en la pantalla de tu cámara o teléfono. Luego, posiciona los objetos de interés, como una persona, un árbol o el horizonte, cerca de una de las intersecciones de la cuadrícula, en lugar de centrarlo completamente en la imagen.

Este sencillo ajuste puede hacer que tus fotos sean mucho más dinámicas y atractivas a los ojos del espectador.

Controla la luz: Aprovecha la hora dorada
La luz es uno de los factores más importantes en la fotografía. La forma en que la luz interactúa con tu sujeto puede hacer que una foto común se vea extraordinaria. La hora dorada es uno de los mejores momentos para tomar fotografías al aire libre.

La hora dorada ocurre justo después del amanecer o antes del atardecer, cuando el sol está bajo en el horizonte y la luz es suave y dorada. Durante este tiempo, las sombras son largas, lo que añade profundidad y textura a tus fotos.

Si no puedes esperar a la hora dorada, evita tomar fotos en pleno mediodía, cuando la luz es más dura y crea sombras poco favorecedoras. En lugar de eso, busca zonas con sombra suave o luz filtrada, como la que encuentras bajo un árbol.

Usa el enfoque manual para mayor control
Aunque la mayoría de las cámaras automáticas y teléfonos inteligentes tienen un enfoque automático decente, a veces es mejor tener el control tú mismo, especialmente cuando estás fotografiando sujetos en movimiento o en situaciones de poca luz, o en situaciones en las que tu quieras tomar el control de la toma.
Es posible que tu teléfono tenga enfoque manual. Si es así, puedes mantener presionado el área de la pantalla donde deseas enfocar para bloquear el enfoque. Esto te ayudará a asegurarte de que el sujeto principal esté nítido.
Si por el contrario estás usando una cámara DSLR o mirrorless trata de cambiar al enfoque manual para situaciones donde el enfoque automático pueda fallar, como cuando hay objetos en primer plano o condiciones de poca luz.

Controlar el enfoque puede ser especialmente útil cuando quieres darle un toque artístico a la foto, por ejemplo, desenfocando el fondo para hacer que el sujeto destaque más, una técnica conocida como bokeh.

Experimenta con la profundidad de campo
La profundidad de campo se refiere a qué parte de la imagen está enfocada y nítida. Una profundidad de campo reducida (cuando solo una parte de la imagen está enfocada y el resto desenfocado) puede darle un toque profesional a tus fotos, especialmente en retratos.

Puedes controlar la profundidad de campo en cámaras DSLR o mirrorless, ajustando la apertura del diafragma (f-stop). Cuanto más bajo sea el número f (por ejemplo, f/1.8), menor será la profundidad de campo, lo que desenfoca el fondo.

Si quieres también usarlo con el teléfono, busca dónde tienes la opción para poder imitar esta función. Cada teléfono es diferente.

La profundidad de campo también puede añadir dramatismo a paisajes o escenas con mucho detalle, donde querrás una gran parte de la escena en foco. En este caso, usa un número f más alto (como f/8 o f/11).

Ajusta la exposición para obtener la luz perfecta
Otro ajuste esencial en la fotografía es la exposición, que se refiere a cuánta luz entra en tu cámara. Las cámaras automáticas intentan ajustarla automáticamente, pero a veces el resultado no es el ideal, por lo que es importante saber cómo ajustarla manualmente.

La mayoría de los teléfonos te permiten deslizar hacia arriba o hacia abajo en la pantalla para ajustar la exposición manualmente una vez que hayas enfocado. En cámaras DSLR, puedes controlar la exposición ajustando la velocidad de obturación, la apertura o el ISO.

Ten en cuenta que si una foto sale demasiado oscura (subexpuesta), puedes aumentar la cantidad de luz que entra ajustando uno de estos tres parámetros. Si está demasiado clara (sobreexpuesta), haz lo contrario.

Usa el balance de blancos adecuado
El balance de blancos asegura que los colores en tus fotos se vean naturales, sin dominantes de color que no coincidan con la luz ambiente. Cada fuente de luz tiene una temperatura de color diferente: la luz de una bombilla incandescente es cálida y amarilla, mientras que la luz de una tarde nublada es fría y azulada.

Muchas cámaras tienen modos predefinidos de balance de blancos, como «luz de día», «nublado» o «luz fluorescente». Experimenta con estos modos para ver cuál hace que los colores se vean más naturales.
En los teléfonos también puedes tener esta funcionalidad. Mira en el manual cómo ajustarlo manualmente para aquellas situaciones en las que lo requieran.

Encuentra ángulos creativos
A veces, un cambio de ángulo puede transformar una foto ordinaria en una imagen fascinante. En lugar de disparar siempre al nivel de los ojos, intenta variar los ángulos para darle a tus fotos un toque único.

Lo más habitual siempre es probar haciendo una foto hacia arriba. Esto hace que tus sujetos parezcan más imponentes, lo cual es ideal para edificios, árboles o personas. Puedes hacer la foto hacia abajo, lo que ofrece una perspectiva completamente nueva. Este ángulo es especialmente interesante para escenas de calles o grupos de personas. O puedes hacer también una foto inclinada, para añadir más dinamismo.

Jugar con diferentes puntos de vista y perspectivas te ayudará a encontrar nuevas formas de contar historias visuales.

Edita tus fotos para un acabado profesional
La edición es una parte esencial del proceso fotográfico. Incluso los mejores fotógrafos del mundo editan sus fotos para ajustarlas según su visión. Si bien no necesitas un software complicado, hay muchas aplicaciones y herramientas fáciles de usar que pueden llevar tus fotos al siguiente nivel.

Existen apps para principiantes, como Snapseed o VSCO que ofrecen opciones de edición potentes pero fáciles de usar. Ajusta la exposición, el contraste y la saturación para darle vida a tus imágenes.

Aunque puedes usar filtros y pueden ser divertidos, es mejor usarlos con moderación. Un ajuste sutil hará que tus fotos se vean naturales pero mejoradas, en lugar de artificiales.

Eso si, yo soy partidario de no usar apenas el retoque fotográfico ni filtros. Prefiero ser los más fiel posible al momento que capturo.

La fotografía es una habilidad que mejora con la práctica. No necesitas un equipo caro ni ser un experto para empezar a tomar fotos impresionantes. Con las técnicas básicas que hemos cubierto en este artículo —la regla de los tercios, el control de la luz, el uso del enfoque y la profundidad de campo, entre otros—, puedes comenzar a capturar momentos visualmente atractivos que reflejen tu creatividad y estilo personal.

Así que, la próxima vez que cojas tu cámara o smartphone, experimenta con estos consejos y observa cómo tus fotos mejoran notablemente. ¡Recuerda, la mejor manera de aprender es salir y tomar muchas fotos!

Por Antonio Mejias

Soy Antonio Mejias, “cyfuss” desde mis inicios en internet allá por el año 2000. Desde entonces, mi vida laboral ha girado en torno al mundo informático en todas sus variantes y a mis aficiones. Todas ellas muy diferentes entre si. Literatura, música, fotografía, deporte, ...

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