Si llevas un tiempo tocando algún instrumento o estás pensando en aprender uno nuevo, es posible que ya te hayas planteado por qué lo haces. Tocar un instrumento no es solo una habilidad o un pasatiempo: es algo que tiene el poder de cambiarte a ti y a quienes te escuchan. Hoy quiero compartir algunas de las razones que motivan a muchas personas (y también a mí) a seguir aprendiendo y explorando nuevos instrumentos, como el bajo, el piano o el banjo. A ver si te identificas con alguna de ellas. Razones para tocar un instrumento
Razones para tocar un instrumento
- Por pasión: la música como necesidad vital
- La primera razón, y una de las más comunes, es la pasión. La música tiene algo especial que logra hacernos sentir vivos, conectados y llenos de energía. No es algo que podamos explicar del todo, pero sí sabemos que cuando tocamos, nos sentimos completos. En mi caso, esta pasión empezó con la guitarra y ha seguido creciendo a medida que he explorado otros instrumentos. Si alguna vez has sentido esa necesidad de expresarte a través de la música, sabes de lo que hablo.
- Por diversión: un escape y un mundo en sí mismo
- Tocar un instrumento es divertido, y esa es una gran razón para hacerlo. Aprender nuevas técnicas, lograr sacar el sonido que tienes en mente o, simplemente, jugar con las posibilidades de un instrumento es una forma de entretenimiento que nunca se agota. Además, ¿quién no disfruta de hacer algo en lo que puede mejorar y retarse continuamente? La música es una actividad que combina creatividad y destreza, lo que hace que cada vez que tocas sea una experiencia única.
- Por influencia familiar: cuando la música está en casa
- Muchos músicos han empezado por la influencia de sus padres o familiares. Crecer en un ambiente en el que la música forma parte del día a día puede despertar una curiosidad temprana y un amor por los instrumentos. En mi caso, aunque mis padres no tocaban instrumentos, siempre hubo un gran respeto por la música. Si en tu casa la música siempre estaba presente, probablemente entenderás cómo ese entorno te impulsa a aprender y a explorar.
- Para impresionar: atraer con la música
- No vamos a negar que para algunos, aprender a tocar un instrumento puede tener algo que ver con impresionar a los demás. La música tiene ese poder de capturar la atención y el interés de las personas, y cuando dominas un instrumento, inevitablemente, generas una admiración en los demás. Quizás al principio esta razón era más importante, pero con el tiempo descubrí que lo realmente valioso es lo que uno siente al tocar, no necesariamente la respuesta de los demás.
- Porque admiras a otros músicos
- Otra razón muy común es la admiración por quienes tocan bien. Tal vez tienes un músico favorito, alguien cuyas habilidades te parecen asombrosas y te inspiran a mejorar. Esto me pasó a mí con varios guitarristas y bajistas. Verlos tocar y transmitir tanto con su música despertó en mí el deseo de aprender y seguir mejorando. Esta admiración es una de las mejores motivaciones para esforzarte y alcanzar tus propios objetivos.
- Para compartir tus talentos musicales
- Tocar un instrumento es una manera increíble de compartir tu talento y conectar con otros. Aunque al principio pueda dar un poco de vergüenza, el momento en el que te sientes cómodo tocando para otros es muy gratificante. Puedes transmitir emociones, contar historias y dejar una huella en quienes te escuchan. Esta es una razón poderosa que muchos de nosotros compartimos: hacer que la música sea un medio de comunicación y conexión.
- Porque es una terapia para el estrés
- La música es una terapia inigualable. Tocar un instrumento puede convertirse en un refugio y en una forma de liberar tensiones. Cuando tienes un día difícil, sentarte al piano o al bajo puede ayudarte a dejar de lado las preocupaciones y a concentrarte en algo positivo. La música es casi mágica en su capacidad de calmar la mente y mejorar el ánimo, algo que resulta especialmente útil en el mundo tan agitado en el que vivimos.
- Para tocar con amigos: la unión musical
- Tocar con otros músicos es una experiencia única. Es cierto que en mi caso, no tengo amigos que toquen precisamente bajo, banjo o piano, pero eso no impide que pueda compartir la música de otras maneras. Hacer música con amigos, ya sea en una banda, en una reunión o simplemente improvisando, crea una conexión especial y añade un nuevo nivel de disfrute a la experiencia musical. Si tienes amigos que también tocan, sabes que la música compartida es una experiencia sin igual.
- Para interpretar tus canciones favoritas
- Finalmente, otra de las grandes motivaciones es la posibilidad de tocar esas canciones que tanto te gustan. Todos tenemos canciones que nos marcan y que, al escucharlas, nos hacen pensar: «Quiero aprender a tocar eso». Con el tiempo, logras que esas canciones formen parte de ti y puedas interpretarlas a tu manera. Es un logro personal que te llena de satisfacción y te permite llevar la música a un nivel más íntimo.
Para mí, todas estas razones son válidas y son parte de la respuesta a «¿Por qué aprender a tocar un instrumento?». La música es una aventura sin fin, una en la que siempre hay algo nuevo que aprender y descubrir. Y aunque no tengo amigos que toquen precisamente el bajo, el banjo o el piano, eso no ha sido un impedimento para seguir adelante. La verdadera recompensa está en el crecimiento personal y en lo que la música te aporta cada día.
Y tú, ¿cuál es tu motivo para tocar o para aprender?