Qué ver en Lagos en 3 días

Lagos es un destino que cautiva por su combinación de paisajes espectaculares, una historia rica que se siente en cada rincón y una gastronomía que invita a saborear el auténtico Algarve. En esta aventura de cuatro días, nos adentramos en sus playas doradas, sus encantadoras calles empedradas y en los imponentes paisajes naturales, como el Cabo de San Vicente. Es un lugar perfecto tanto para los amantes de la naturaleza y el deporte al aire libre como para quienes buscan una escapada tranquila con un toque histórico.

Qué ver en Lagos en 3 días

Comenzamos el viaje con una parada en Faro, la capital del Algarve, donde el encanto de su puerto y sus calles pintorescas se funde con la atmósfera relajada de una ciudad portuaria. Disfrutamos de un almuerzo en un restaurante local junto al puerto, donde probamos un tartar de bacalao fresco y un arroz con navajas que destacaba por sus sabores marinos intensos, un verdadero regalo para el paladar. Faro es una visita perfecta para aquellos que buscan una experiencia culinaria auténtica y tranquila, alejada del bullicio turístico.

Optamos por tomar la carretera nacional en lugar de la autopista, una elección que nos permitió descubrir pequeños pueblos costeros y disfrutar de vistas panorámicas del Algarve. Las aldeas de pescadores y las playas escondidas fueron una grata sorpresa, y esta ruta, aunque más lenta, nos conectó de una manera especial con la región.

Al llegar a Lagos, el ambiente cambia: es una ciudad vibrante que, aunque turística, conserva su esencia. Tras instalarnos en el hotel, nos aventuramos a cenar en el conocido restaurante Adega da Marina. Probamos los chipirones, las sardinas y las tradicionales caballa al estilo Algarve. Esta cena fue el cierre perfecto para un primer día lleno de descubrimientos.

Iniciamos el segundo día en Meia Praia, una de las playas más extensas y tranquilas de Lagos. Aunque no soy un gran amante de las playas, Meia Praia tiene un encanto que resulta irresistible, con sus arenas doradas y un ambiente sereno. Ideal para quienes buscan un lugar para relajarse o disfrutar de deportes acuáticos.

Después, nos dirigimos a Ponta da Piedade, un conjunto de acantilados que destacan por sus formas esculpidas por el viento y el mar, creando arcos y cuevas de una belleza sobrecogedora. Desde los miradores, las vistas son impresionantes, y es posible descender hasta la base de los acantilados para tocar el agua. La experiencia es única, y los más aventureros pueden explorar estas aguas en kayak o barco.

La gastronomía del Algarve es parte esencial de la visita, y en Vila do Bispo nos esperaba uno de los manjares de la región: los percebes. Este marisco, sencillo pero lleno de sabor, es perfecto para quienes buscan probar algo distinto a un precio sorprendentemente asequible.

Terminamos la tarde en el Cabo de San Vicente, conocido como «el fin del mundo» en tiempos antiguos. Este lugar marca el punto más suroeste de Europa continental, y su paisaje salvaje, dominado por fuertes vientos y un vasto océano, resulta espectacular, especialmente al atardecer, cuando los tonos anaranjados del sol pintan el horizonte.

El tercer día lo dedicamos a explorar en profundidad el casco antiguo de Lagos, donde la historia se siente en cada esquina. Visitamos la Iglesia de Santa Maria y recorremos las calles empedradas que conservan el encanto de épocas pasadas. En el corazón de la ciudad, el Mercado de Esclavos nos recordó una parte importante y cruda de la historia portuguesa; su museo ofrece una oportunidad para reflexionar y aprender.

Por la tarde, aprovechamos para relajarnos en el hotel, disfrutando de la piscina y de un merecido descanso tras varios días de exploración activa.

Antes de despedirnos del Algarve, hicimos una última parada en Vila Real de Santo Antonio, un pequeño y encantador pueblo junto a la frontera con España. Cada visita a Portugal se convierte en una excusa para pasear por su calle comercial y saborear un último café portugués antes de emprender el regreso a casa. Vila Real de Santo Antonio tiene una atmósfera única y es ideal para quienes desean una experiencia cultural tranquila en un entorno pintoresco.

Por Antonio Mejias

Soy Antonio Mejias, “cyfuss” desde mis inicios en internet allá por el año 2000. Desde entonces, mi vida laboral ha girado en torno al mundo informático en todas sus variantes y a mis aficiones. Todas ellas muy diferentes entre si. Literatura, música, fotografía, deporte, ...

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