En el mundo de la tecnología, hay que tomar decisiones contrarreloj y la presión por entregar resultados nunca duerme, los CIOs, managers y líderes de IT suelen proyectar una imagen de control absoluto. Sin embargo, bajo esa superficie impecable, muchos lidian con un enemigo invisible: la ansiedad.
¿Te has sentido alguna vez al borde del agotamiento, pero sin permitirte frenar porque «todo depende de ti»? ¿Has notado que, aunque tu desempeño es impecable, vives con una sensación constante de urgencia o catástrofe inminente? Entonces este artículo es para ti. Vamos a ver cómo reconocer la ansiedad, por qué es tan común en perfiles de liderazgo en tecnología, y lo más importante: cómo gestionarla de forma efectiva sin perder tu capacidad de alto rendimiento.
Nota: Este artículo no pretende dar consejos de salud. Siempre recomiendo ir al especialista en caso de duda. !La salud es lo primero!.
Ansiedad en líderes de IT
La ansiedad en este tipo de posiciones no es una patología clínica en sí, sino un conjunto de comportamientos que enmascaran el malestar interno. A diferencia de la ansiedad paralizante, esta se manifiesta en forma de hiperproductividad, perfeccionismo y necesidad de control.
Imagina a un pato cruzando un lago. En la superficie, parece deslizarse con calma. Pero debajo del agua, sus patas se mueven frenéticamente para mantener el ritmo. Así funciona un profesional con ansiedad de alto funcionamiento.
Los entornos de IT, con ritmo acelerado, alta exigencia técnica y constante presión por la innovación, son terreno fértil para este tipo de ansiedad. Sumado a ello, el liderazgo suele estar asociado a la idea de «no mostrar debilidad», lo que fomenta el silencio y, por extensión la ansiedad.
Seis hábitos comunes que esconden este tipo de ansiedady como atacarlos
Perfeccionismo disfrazado de excelencia
No es lo mismo buscar la excelencia que no aceptar nada menos que la perfección. El perfeccionismo crónico lleva a revisar cada detalle compulsivamente, postergar entregas por miedo al error y sentir culpa si algo no sale según lo planeado. Esto desgasta, agota y muchas veces es invisible para los demás.
Puedes definir criterios claros de «suficientemente bueno». Implementa ciclos de retroalimentación continua en lugar de esperar la versión perfecta. Usa metodologías como MVP (Producto Mínimo Viable) incluso en gestión de procesos. Con esto lo podrás conseguir reducir.
Hiperfocalización y dificultad para priorizar
Cuando todo parece urgente, nada realmente lo es. El exceso de preocupación puede nublar el juicio y llevar a dedicar energía a tareas menores por miedo a equivocarse en las grandes decisiones.
Para intentar atenuarla puedes aplicar el método Eisenhower para clasificar tareas. Usa OKRs (Objectives and Key Results) para mantener el foco en lo estratégico.
Búsqueda constante de validación externa
Aunque tengas un equipo de alto rendimiento, puedes sentir que necesitas aprobación constante. Esto se manifiesta en reuniones innecesarias, revisiones excesivas y necesidad de reconocimiento verbal continuo.
Prueba a implementar rituales de retroalimentación estructurada (por ejemplo, «Friday Wins») pero trabaja en la validación interna con journaling y evaluación personal semanal. Funciona.
Reacción intensa ante cambios inesperados
Un cambio de dirección del proyecto, una reunión reprogramada o una renuncia en el equipo pueden generar una reacción emocional desproporcionada. Esto indica una necesidad de control elevada, típica en este tipo de ansiedad.
Para contrarrestarla puedes practicar escenarios de simulación en tus reuniones de equipo («premortems»). Esto entrena la flexibilidad cognitiva y reduce la sorpresa emocional ante lo inesperado.
Comparación constante con colegas
LinkedIn puede ser gasolina para esta ansiedad. Ver los logros ajenos sin contexto puede disparar sentimientos de insuficiencia, a pesar del éxito propio. Por no hablar del ego desproporcionado o la titulitis absurda de muchos colegas.
No deje que esto te pueda. Establece metas personales desconectadas de comparaciones externas. Celebra hitos internos del equipo con la misma intensidad que los KPIs.
Ocupación excesiva como mecanismo de evitación
Quedarse hasta tarde, decir «sí» a todo y estar siempre ocupado es una forma socialmente aceptada de evitar el malestar emocional. Pero también es una ruta directa al burnout.
Aplica el principio de «trabajar en lugar de solo trabajar más«. Redefine prioridades semanales y agenda espacios de recuperación como parte de tu calendario, no como premio.
Herramientas y recursos para gestionar la ansiedad
Respiración consciente
Incorpora pausas breves con ejercicios de respiración (4-7-8, box breathing) antes de reuniones clave o al iniciar la jornada. Activa el sistema parasimpático y reduce la reactividad.
Terapia o coaching ejecutivo
No se trata de «arreglar» algo roto, sino de potenciar tu autoconocimiento y regular tus patrones de pensamiento. La terapia cognitivo-conductual y el coaching centrado en soluciones son especialmente efectivos.
Reestructuración del calendario
Evalúa tu agenda semanal y detecta las «reuniones aspirina» (que alivian la ansiedad pero no generan valor). Sustituye por bloques de trabajo profundo (Deep Work) y revisión semanal de objetivos.
Cultura de seguridad psicológica
Como líder, modela la vulnerabilidad. Comparte aprendizajes de errores y promueve espacios donde el equipo pueda expresar tensiones sin temor a consecuencias. Mejorarás la confianza de tu equipo.
Como puedes comprobar, esta ansiedad es una compañera silenciosa en muchas trayectorias exitosas dentro del mundo IT. No es una debilidad, sino una señal de que algo necesita atención.
Reconocer sus signos y abordarla con estrategias concretas puede marcar la diferencia entre un líder brillante que se quema y uno que construye una carrera sostenible y saludable.